A este paso tardaré un tiempo pero lo haré bien, eso espero. He de acotar que el asunto va lento también porque para tejer este chal hay que estar muy concentrado y relajado. Concentración no me falta, pero la relajación ha abandonado en estos dos últimos meses a mi espalda alta y cuello, así que tejo en sesiones cortas tratando de terminar en cada una las 27 líneas que componen cada aumento. Por eso el título de este post hace alusión a una frase que mi papá suele decirme cada vez que me equivoco por estar de atorada.
Esta semana no he tejido ni un punto en el Saroyan, porque estoy tratando de terminar la chaqueta en crochet matizado, de la cual también le muestro el avance.
Este fin de semana espero terminar la manga que falta (esta que les muestro la otra ya la termine) y unir las partes para presentar el proyecto a revisión en la clase de tejido del martes.
Feliz día de labores... :)
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